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Walter Daniel Sábado
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Cuando me convidaron para relatar mis impresiones sobre este egregio pescador, acepté sin lugar a dudas y sin temor alguno, a sabiendas de que todo lo que dijera sería considerado una vulgar mentira, sin dejar de ser una torpe instantánea de la realidad.Caminador incansable de la estepa patagónica, este pescador dejó su impronta en ambas márgenes del Río Santa Cruz, llegando incluso a sus nacientes sin haber visto pozón alguno que le gustara. La huella que allí dejaron sus trajinadas botas de vadeo, son hoy un camino vecinal muy utilizado por el ejército. Cultor de las ciencias veterinarias, redimió con su amor por las truchas tantos años de sadismo con las demás especies animales de quienes se proveyó insaciablemente de materiales de atado. Inventor de la mosca monoplano a hélice, buscador impertérrito de truchas de gran tamaño, Walter Sábado, es un nombre que sigue caminando hacia un horizonte en el que, tal vez, encuentre el descanso reparador que promete su nombre.
"Mosquerman"
