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Juan Carlos "Caballito" Vallés
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Biografía no autorizada
Se me ha honrado con la difícil responsabilidad de trazar una semblanza, que con brevedad y justeza rescate para el regocijo de todos, del ignominioso anonimato a un pescador célebre. Un hombre que por la agilidad de sus movimientos y su grácil modo de caminar pedreros, cruzar oscuros bosques y vadear los indómitos ríos patagónicos, se constituyó como una figura épica, un verdadero ícono, un semidios objeto de culto entre todos aquellos que lo conocemos. Un crítico mordaz, un agudo observador de la realidad cotidiana, supo encontrar en cada uno de nosotros todos nuestros defectos.Campeón mundial de nudos de viento, record recientemente homologado de nada más ni nada menos que 24 tyling-loops en un solo cast, supo conquistar distancias que sólo los grandes entendidos asumieron como un verdadero misterio. Intuitivo como pocos, supo encontrar a sus amadas percas, allí donde otros que se decían mejores fracasaron. Hábil político, participó en cuanto grupo, asociación u organización se formase en pos de la pesca con mosca, con el sólo afan de promover su inmediata disolución. Un anárquico brillante, un iconoclasta confesado, un pragmático irredento que supo alzar las tropas mosqueriles al grito de ¡Argentinos a las truchas!, fue asumido como miembro permanente del Viedma Gulibaguer Team, y dentro de tal célula subversiva fue fundador y actual maestro de ceremonias litúrgicas de los Transhumantes Patagónicos. Incapaz de atar una mosca o de hacer un mate amargo, en permanente vigilia sueña el sueño del esquivo salmo salar y del gran Articulado. Este es Juan Carlos "Caballito" Vallés.
"Mosquerman"
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